Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así. Aprovecharlo o que pase de largo depende, en parte, de ti. Dale el día libre a la experiencia, para comenzar, y recíbelo como si fuera fiesta de guardar. No consientas que se esfume, asómate y consume la vida a granel. Hoy puede ser un gran día: duro con él.

Joan Manuel Serrat

Y el día nos gano la partido o mejor dicho la noche nos sorprendió un poco antes de que nuestras piernas nos dijeran basta. Pero bueno la historia de este día bicletero empezó 12 horas antes cuando nos reunimos Amato, Cmena y servidor con Mass frente a su casa, en mi mente tenia dos ideas locas de ruta, una hacia Segovia y otra hacia el Escorial, dos días antes Pantani nos había convencido de cambiar la ruta para que se animara y viniera con nosotros pero al final nos manda un sms que se encuentra mal y que no puede acudir. Comenzamos un poco tarde nuestra andadura y pronto descubro que no me entra el plato pequeño, y claro yo sin mi chiquitín no salgo de casa, entre que lo apañamos y que no, se nos va casi una hora, todo esto con un sol que comienza a susurrarnos traigo calor, para colmo se me afloja una cala de la zapatilla y para rematar la faena, pero esto ya viene de serie, tiro una mierda subiendo, vamos que no voy, y lo peor de todo es ver como Mass sube como un jodido poseso sacándome un mundo en cada repecho de la  subida. Entre pitos y flautas conseguimos un nuevo record, tardar dos horas desde cercedilla al puerto de los Leones, vamos los de inserso con el andador limitado nos hubiesen quitado las pegatinas y arreado algún bastonazo por gañanes. Coronamos el puerto de los Leones y Amato tiene hambre, en esta dos horas se ha comido dos plátanos ya pero aún esta hambriento, nos desviamos de la ruta hasta la fuente de los hondanillas para reponer agua y comer un poco. Tras refrescarnos un poco retrocedemos sobre nuestros pasos y bajamos por una medio pista-senda que nunca había recorrido y me gusto mucho, nos sorprende lo verde que se mantiene todo por esta vertiente de la montaña y disfrutamos de una bajada muy divertida pero peligrosa por lo seco que esta el terreno. Bajamos por la zona de las Hondillas, La Gasca, hasta la pimpollada para rodar un rato por la cañada real leonesa y el Gr-88. Qudandonos frene a San Rafael, cuando dibuje el track pensé que pasaríamos frente a la casa de rodaje del laberinto del fauno, pero no vimos al fauno ni su laberinto, pero que fauna femenina para rodar una buena peli, como se lo montaran algunos para estar en la mitad de la montaña con tres bellezas como esas para el solito.

Vamos de fuente en fuente y bebo porque me lleva la corriente, descansamos un poco de senderos para rodar por una pista asfaltada hasta que nos metemos en la vereda del ingeniero, es la primera vez que la hago en sentido Los Ángeles – El Espinar y alucino de lo divertido que es en este sentido, hasta las zonas de subida son entretenidas por lo técnicas que son pero se pasan con un poco de mañana, el resto del tramo es un disfrute alucinante, y es la primera vez que me lo paso realmente bien en esta senda. Pero la guinda la pone la bajada hasta el espinar, una pasada, bajada rápida en zetas con pasos nada complicados, muy divertidos que nos dibujan en la cara una sonrisa joker de oreja a oreja, ya estoy pensando una ruta entre San Rafael y El Espinar que incluya esta bajada divertida y una buena ración de senderos. En el Espinar nos topamos con la cruz de Santa Quiteria  en donde nos hacemos unas fotos y nos vemos sorprendidos por una bellísima amazona que junto con otra no menos espectacular jineta hacen la delicia de nuestros ojos, no me preguntéis de que color era el caballo pero sus pantalones eran blancos o de color marrón muy clarito con altas botas de montar. La seguimos el trote un buen rato hasta que la pasamos con gran pena y dolor. Progresamos por el camino de la dehesa del Chirlar con gran alboroto y regocijo porque no subíamos el temido boquerón, pero madre mía la que se nos venia encima. Yo no se si el boquerón será muy duro, pero el camino que tomamos era un rompe piernas de aupa, y lo peor de todo sin una sola sombra bajo la que cobijarnos. Si alguna vez hacéis esta ruta veréis que dejamos el camino para tomar una senda muy difusa que luego se transforma en senda clara, pues ni caso vosotros seguir el camino y sufrir la tortuosa subida ya que sino os pasara como a nosotros que tras disfrutar de una senda cerrada divertida te topas con una valla que hay que saltar tras haber porteado la bici unos metros para terminar en la pista a la altura de la vaquería. El GPS nos marca un fuente pero es una abrevadero así que bajo un sol de justicia seguimos ascendiendo por la tortuosa pista que cada vez va cogiendo más inclinación, tras cruzar un paso canadiense una manada de reses de color negro y astifino, de ese que llamo yo negro que te cagas al ver ese bicho, están pastando tranquilamente menos una que nos mira con  cara de mala lecha que no veas, como diciendo  “… os vigilo” encontramos una pilón con agua fría que no sabe nada mal y una sombra grande, acogedora que junto a un vientecillo algo fresquito se nos asemeja a lo más parecido a un oasis en el centro de este gran desierto que estamos cruzando. Nos refrescamos, comemos, nos tiramos un buen rato y debatimos sobre temas de gran calado intelectual, como la depilación púbica femenina, pros y contras de las ingles brasileñas sobre la almeja la vapor, vamos sin un pelo y depilación de testículos con cera frente a las cremas depilatorias, los hombres tambien lloran si te tiran del saco escrotal. Por desgracia nos vemos obligados a interrumpir un debate tan apasionante ya que nos damos cuenta que estamos siendo rodeados por las bestias zainas que tienen sed y quieren beber donde estamos nosotros, tranquilamente a la voz de suerte maestro al último salimos pitando de nuestro vergel, amato que se encontraba meditando con todo el tema en la mano evacuando liquido le cambio la cara cuando Cmena se da cuenta, «.. Jesus que bicho, mira que cabeza » y nos despedimos de nuestro amigo con un » fue un placer conocerte» jejeje y que digan que un hombre no puede cortar una meada.

Una vez que pasamos el cruce de tres provincias la pista nos da un respiro, breve en forma de bajada plagada de piedras para volver a regalarnos una subida graciosa algo más breve pero que ya va haciendo pupita. Tras la subidita de marras nos queda un divertido descenso hasta el pueblo de peguerinos en donde asaltamos un bar, bueno mas bien nos asalta el bar a nosotros ya que las coca-colas a 1,80 € nos son precisamente precisos populares. Así que ya sabéis no paréis en el primer Bar

seguir el track hasta la plaza en donde tendréis de todo para comer y beber asi como repostar agua que falta nos hacia, la salida de peguerinos la hacemos dibujando la silueta de su jodido pantano, mira que es caprichosa la naturaleza en ocasionas para hacer de este medio charco una pieza de tetris. Decido no usar la subida de la pateada insufrible para continuar la pista hasta el dique y tras sortear una puerta con la señal de prohibido el paso ascender por otra pista dibujada en la tierra por el mismísimo lucifer, madre mía que cuesta alguien tendría que poner un candado en esa puerta para que no pasáramos y usar el pateo infernal que por lo menos esta bajo sombra bendita. Bajo un sol de justicia nos metemos un subidón de los que hacen afición unos 300 metros de desnivel en tres kilómetros poco más o menos con un terreno que no ha visto una gota de agua desde el diluvio universal, roto, roto. Pero toda subida tiene su final y en este caso se llama Abantos. Ahora Toca disfrutar y para ello usamos las senditas que están paralelas a la carretera, así como dos trialeras que la cortan, no recuerdo como se llama esta bajada, pero mis compañeros las disfrutan a tope, están felices, la verdad es que el sufrimiento de la subida ha tenido esta vez si, un buen regalo en forma de bajada divertida.

La tarde comienza a difuminarse en un cielo que se agota, hacemos una parada técnica para tomar algo y hablar de mujeres junto a la

fuente que hay a la entrada de la pista que da acceso al Malagón. Recorremos la carretera hasta el desvío del camping del escorial, tomamos el desvío y por la pista del camino del camping llegamos hasta Villalba, la noche nos ha ganado la partida, el calor, las averías y mi ritmo ramplón no nos permiten terminar una ruta por falta de luz, Apenas nos queda una hora para poder ver y necesitamos dos para llegar a Cercedilla, optamos por tomar el tren y dar por concluida nuestra aventura.

Es una ruta divertida que tiene de todo, pero me he dado cuenta que es una ruta de primavera, cuando las dehesas esten verdes, las montañas comiencen a despojarse de su camisón blanco de invierno y las praderas entonen su monótono canto primaveral a modo de arroyos saltarines. Volveré, espero con fuerzas renovadas y con más ilusión, últimamente me cuesta demasiado subirme a una bicicleta con las ganas que tenía al principio, si no es por el blog seguramente este año habría dejado de dar pedales, gracias a todos por esta hay.

Track de la ruta