De Trespaderne a Frías: la ruta gravel más mágica de Burgos

No me digas que la naturaleza no es un milagro. No me digas que el mundo no es un maravilloso cuento. Quien no lo haya entendido, tal vez no lo haga hasta el momento en que el cuento esté a punto de acabar. 

Pensamientos del corazón (Louise Hay).

Tercer día en tierras burgalesas y las piernas lo saben, se resienten de los dos días anteriores repletos de sendas y subidas muy intentadas pero con el regusto de haber disfrutado cada Pedalada y compensado cada  metro ganado a la montaña.

Burgos como antesala de Cantabria le pone el nivel muy alto para quien en bici quiere llegar hasta la costa. Sendas, paisajes y cascadas le brindan al viajero un experiencia inolvidable que siempre dibujara una sonrisa cuando escuche hablar de las Merindades.

Salimos pronto de Trespaderne, toca dejar la casa alquilada y no queremos irnos sin dar una ultima rodada, disfrutar de sus sendas y sus paisajes increíbles. La salida del pueblo es simplemente un espectáculo, en cuanto dejas la carretera BU530 una senda de cuento te abriga con su cubierta vegetal, te acoge y te engulle como si un gusano te devorase, ruedas sin pendiente a la orilla del Ebro, que silencioso no quiere robar protagonismo a un entorno maravilloso. La senda nos dejará en unas pistas rápidas, rodando por un bosque que ha dado cobijo esta noche a una acampada  improvisada de una decena de vehículos que con banderas de España han copado la pradera y comienzan a despertar con la música alta y el olor rico de un desayuno contundente a la parrilla, aquí a la hora de comer no se andan con miramientos.

Cruzamos el Ebro por la presa de Chillaperlata, hoy no voy bien, no tenga muchas piernas, pero el ritmo impuesto por el mini grupo es demasiado alto para mi. Me gustaría disfrutar este entorno con mas calma, a la velocidad de las mariposas y no fijando la mirada en mi rueda delantera, no voy disfrutando.

Una pista excepcional con su punto de subida nos acercará a Frías. Las Merindades se han empeñado en regalarnos las mejores postales posibles y Frías nos lo presenta en la lejanía envuelto en una ligera niebla. El encanto de pueblo medieval esta servido y me cautiva el corazón, bueno y también lo pone al limite ya que subir hasta el castillo requiere de un buen par de piernas fuertes. 

Frías despierta después de una noche de festival, la niebla se dispersa y el sol se refleja en su castillo, en su torre. Hacemos el descenso por su calles estrechas, siempre vigilado por la torre. Antes de dejar la población, parada obligada para ver sus casas colgadas que aprovechando el cortado rocoso, dan como resultado la continuación de la muralla. De esta forma se encargarían de de la defensa norte de la ciudad.

Si Frías me dejo maravillado, ahora le toca a la naturaleza tomar el relevo y lo hace de la mano de la localidad de Tobera, donde el río Molinar da todo un espectáculo. Es un pueblo entre cascadas y el sonido del agua. Pero antes disfrutamos del puente medieval que sus origines se remontan a la época romana y formaba parte de la antigua calzada que conectaba  Briviesca con Orduña y el norte de la península, sirviendo como un paso estratégico para atravesar el desfiladero. 

Como anécdota contar que frente al puente se encuentra el humilladero del cristo. Según cuentan las leyendas, en este lugar un mensajero real atravesaba el paso cuando una enorme serpiente apareció en su camino. El caballo, Asustado se desbocó, y el jinete  se encomendó al santo cristo de los remedios. Al salir ileso del encuentro, se construyo este especie de pequeña ermita donde se encuentra en su interior el Santo Cristo Auxiliador.

La ermita de Santa María la Hoz que se encuentra al lado del puente fue construida en el siglo XIII y tradicionalmente sirvió de hospedería para los peregrinos que transitaban por la antigua calzada romana. Desde la ermita y perfectamente señalizado, acompañas al río en su curso atravesando el pueblo y dejando a su paso cascadas que dejan una postal de ensueño.

Nosotros dejamos Tobera para regresar de nuevo a Frías y ver lo que nos habíamos dejado para el final. Su majestuoso puente medieval, un paso obligado entre la Meseta y la Rioja con el cantábrico. Por ello en su centro hay una torre que sirvió para el control de paso y el cobro del impuesto de pontazgo, que por algo el puente era suyo.

Como no puedo seguir el ritmo de mis compañeros y animan aumentarlo un poco para llegar a tiempo a dejar el apartamento, yo decido regresar por carretera a mi ritmo, tranquilo, disfrutando de los campos burgaleses. Ha sido una ruta corta, pero que no te dejará “frío”. 

Quiero cerrar esta entrada con las sabias palabras de Iris Murdoch: No somos felices sólo por ser libres, si lo somos. Ni por tener educación, si la tenemos. Pero la educación puede ser el medio que nos permite descubrir que somos felices. Nos abre los ojos, nos dice dónde hay placeres ocultos, nos muestra que tan sólo hay una libertad que tiene verdadera importancia: la de la mente. Y nos da la seguridad, la confianza para recorrer el camino que esa mente, nuestra mente educada nos ofrece.

Track de la ruta

 

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About alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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