Cuando se me fisuro el cuadro de la Jakar la verdad no las tenia todas conmigo de poder hacer uso de la garantía y que me cambiasen el cuadro. En algunos comentarios he podido leer una opinión que coincide plenamente con la mía. Te terminas encariñando con tu bicicleta y más si la usas para vivir aventuras, experiencias y que formen parte de tu recuerdo vital. Por eso cuando la tienes que dejar por una rotura irreparable te duele en el alma. Me puse a mirar cuadros y a parte de ser carísimos no terminaba de encontrar algo que me gustase, asi que con la premisa que he comentado antes, buscar un cuadro que te acompañe toda la vida si quisieras, ¿cual seria?, y se me ocurrió el concepto de bicicleta cucaracha. Te presento la mejor opción que encontré el cuadro ideal para montar ese proyecto.

Mi opción preferida  La Salsa Vaya.

“¿Alguna vez te has preguntado qué bicicleta seguiría rodando después del apocalipsis? Hoy te traigo una de esas leyendas de acero que parecen tener más vidas que un gato: la Salsa Vaya. Una auténtica bicicleta cucaracha. Y no, no es un insulto, es un halago.”

“Primero aclaremos ese término raro que usé. Una bicicleta cucaracha es esa bici que simplemente NO MUERE. Llueva, truene, nieve, la maltrates, la olvides en la intemperie, le pongas alforjas con 30 kilos, te tires por trileras de la muerte o recorras desierto, ella ¡sigue rodando!”

Todas tienen una estructura de fabricación y componentes en común para ser indestructibles y mega fiables.

• Tienen cuadros de acero (cromoly) o titanio
• Componentes simples, fáciles de reparar
• Sin lujos electrónicos ni piezas frágiles

“Y en ese club exclusivo de supervivientes, la Salsa Vaya tiene reservado un asiento de primera fila. Recordar que vamos buscando una compañera fiel y no vamos a entrar a valorar su diseño, que si, no es el más bonito del mundo y es que esta bicicleta se lanzó al mercando en 2010. Fue una de las primeras bicicletas de gravel que fabrico Salsa y marcó una nueva dirección para la marca, centrándose en la versatilidad para la aventura sobre dos ruedas.

La Salsa Vaya es una gravel/adventure bike construida con acero cromoly, si ese material noble, flexible y duradero que adoran los cicloviajeros. Ya que su diseño tiene la capacidad de adaptarse a una gran variedad de superficies desde el asfalto hasta los caminos de tierra, lo que la convirtió en una opción popular para todo ciclista que buscaba una bicicleta todo terreno.

Requisitos para ser una bici cucaracha:

• Cuadro de Cromoly 4130
• Transmisión 2x o 1x según año.
• Anclajes múltiples para portabultos y guardabarros.
• Geometría relajada, cómoda para largas distancias.
• Anclajes para Frenos de disco mecánicos o hidráulicos.

“¿Lo mejor? No es pretenciosa. No trata de ser ultraligera ni aerodinámica. Solo quiere llevarte lejos… y traerte de vuelta, incluso si el camino se convierte en un río de barro. La Vaya no brilla por sus looks futuristas, pero sí por su capacidad de resistir el paso del tiempo y el maltrato. No importa si te vas a la Patagonia, Mongolia o a montañas vacías, ella siempre regresa rodando.”

Y lo mejor: si algo se rompe, lo puedes arreglar en cualquier taller de pueblo. ¿Cambio Shimano Sora? Hay repuestos. ¿Cable de freno roto? Nada que un alambre y cinta aislante no resuelva.

 OTRAS BICICLETAS CUCARACHA.

“La Vaya no está sola en este club de la bicicleta viajeras. Aquí te dejo otras candidatas al título de bicicleta cucaracha:”

Surly Long Haul Trucker
La OG del cicloturismo duro. Capacidad de carga brutal, transmisión triple, acero por todos lados. Indestructible.

Trek 520
Un clásico desde los años 80. Si ves una usada, aún funciona. Está hecha para durar.

Rivendell Atlantis
Más estética , pero igual de indestructible. Estética retro, corazón de acero y alma de viajera.

Kona Sutra
Un poco más moderna, pero igual de dura. Ideal para el que quiere robustez con un poco de estilo.

“Estas bicis tienen algo en común: pueden caer por una montaña, y lo peor que les pasará es que necesitarán una alineación de rueda.”

¿VALE LA PENA COMPRAR UNA SALSA VAYA HOY?.

“¿Nueva? En la web de Salsa aún la podemos encontrar y encontré el cuadro a la venta en una web alemana. Si la encuentras usada, es un tesoro escondido. Si encuentras una Vaya bien cuidada… ni lo pienses. Cómprala, engrasa la cadena y lánzate a la aventura.

Es una de esas bicis que hacen que el ciclismo sea más sobre el camino, las experiencias y el paisajes, que sobre el equipo. Pero al final todo esto es pura filosofía de dos ruedas.

Así que ya sabes. Si buscas una bici con alma, con historia y con la dureza de una cucaracha mutante post-nuclear, para mi la Salsa Vaya es tu compañera ideal.

“¿Tienes una bici cucaracha? Cuéntamelo en los comentarios.