Espectacular Ruta por la autopista fantasma, vías vedes, barrancos y sendas hasta Aranjuez.

El crecimiento es algo progresivo e invisible, pero también lo es el hábito de ser corriente y mediocre, (… ). De manera que dedícate en cuerpo y alma a reinventar las cosas y mejorarlas constantemente. Sin innovación, la vida es muerte.

«El líder que no tenía cargo» (2010), Robin Sharma

Las rutas de invierno son siempre las que más cuestan. Ya no solo por el hecho de madrugar un día festivo, es la oscuridad de una calle sumida en humedad, en frío. Dejar el confortable cobijo de tu cama es todo un acto de pasión, algo totalmente contradictorio que te hace sumamente feliz, un sacrificio menor por un disfrute mayor, el beneficio en este caso se llama vida.

Desde hace un año Jorge y yo hemos apostado por el bicitren, ir a las rutas siempre que se pueda en tren o en metro, un medio de transporte más acorde a nuestra forma de vivir, nuestro tiempo libre a lomos, si se pueden llamar así de las delgadas barras que conforman el cuadro de nuestra bicicleta con la que nos desplazamos. Hemos quedado en encontrarnos en la estación de san Fernando. Mientras espero el tren en un abarrotado andén de Atocha, no deja de sorprenderme lo que madruga la gran ciudad, sincronizamos nuestras ubicaciones por medio del socorrido WhatsApp. Mientras voy en el tren veo como el puntito de Jorge ratonea entre las calles y mi punto dibuja enormes rectas hacia San Fernando. El tren le gana la partida a Jorge por unos minutos, me bajo para esperarle y ya juntos en la helada estación al sol, esperamos el siguiente tren rumbo a nuestro destino final o mejor dicho, nuestro punto de inicio de la ruta, El Soto de Henares.

El soto de Henares es una estación de un barrio de Torrejón, comenzamos a pedalear entre los bostezos de negocios qué despiertan, camiones en carga y descarga cruzados en el carril bici que relucen la helada nocturna. Pronto dejamos el carril bici para cambiarlo por una pista en perfecto estado, algunos grupos de ciclistas ultiman los últimos ajustes para iniciar su ruta. Hay algo de barro pero nada preocupante, nuestro primer objetivo, la autopista fantasma.

Jorge y yo somos como dos almas gemelas que en muchos casos vivimos en la misma línea de pensamiento, tenemos gustos parecidos y nos apasionan frikadas como los trenes y la ingeniería abandonada. Como podéis ver, Jorge se moría de ganas por enseñarme la autopista fantasma.

Se trata de una autopista sin un principio y un final definido, una arteria de la urbe que alimentaria su corazón de hormigón por un asfalto que languidece en silencio bajo el sol en espera de que se le dé una utilidad. Pero de momento es nuestro patio de juegos, circulamos por sentido contrario ocupando toda la calzada, mi Toc me hace cambiar de carriles en cuanto que podemos rodar por el lado obligatorio de circulación de la autopista, aun sin necesidad me gusta hacer las cosas de forma correcta.

Dejamos atrás la autopista fantasma para ir hacia las lagunas de Velilla de San Antonio, una zona poco conocida de Madrid y realmente bonita. Sus lagunas, las sendas maravillosas, los cortados de la zona de Rivas la hacen especialmente atractiva. Nos hemos ganado un café calentito que se agradece sobremanera en invierno, estamos en Arganda.

La vía verde del Tajuña parte de esta localidad madrileña y en su inicio frente al Mercadona nos encontramos unos buenos detalles para ciclistas. Se trata de una estación de lavado de bicis y un punto de reparación con herramientas y su soporte para poder hacer una reparación de emergencia, ver el vídeo, porque es realmente curioso.

Disfrutamos del agradable rodar por el carril bici hasta la altura de la cementera en donde lo dejaremos para rodar por pistas perfectas para ir en gravel entre olivos. El paisaje va ganando enteros, así como la ruta que comienza a posicionarse en lugares top de las mejores de Madrid.
Pronto llegaremos a la zona de barrancos de Titulcia y bajaremos hacia el cordel de la senda Galiana, pero no sin antes disfrutar de la joya de la ruta, el descenso por el barranco hacia Titulcia que te dejara maravillado y totalmente enamorado de este rincón de Madrid.

Yo no pude disfrutarla plenamente por el barro y la falta de agarre de mis neumáticos, pero los tramos que puede ir montando con velocidad fueron realmente increíbles por una senda encajonada entre paredes de roca que te dejará maravillado. No podía imaginarme un paisaje tan mágico y espectacular por Madrid y haber montado tantos años sin haber recorrido un solo metro de este entorno maravilloso, muchas veces nos acomodamos en nuestra zona de confort y es difícil sacarnos de ella. El barranco nos deja en la senda Galina para encontrarnos con el Río Jarama que nos acompañará hasta Titulcia en donde hacemos la pausa de la comida.

Tras comer en la plaza mayor, dejamos Titulcia por el cordel de la senda Galiana rumbo a Aranjuez por largas rectas y campos de cultivo. El sol comienza su descenso, el atardecer se acerca, los todos comienzan a ser más cálidos, más anaranjados, podríamos decir que disfrutamos de un atardecer real recorriendo los exteriores del palacio y perdiendo como siempre el tren frente a nosotros, por un minuto. No hay prisa cuando disfrutas y esta ha sido una ruta para el recuerdo.

Charles Bukowski en su libro “Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones” dijo que Siempre la asombraba que unos tuvieran tanta prisa por ir en una dirección y otros por ir en otra. Alguien tenía que estar equivocado.

Track de la ruta

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About alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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