Yo no sé si os habréis dado cuenta, pero a menudo las primeras impresiones son absolutamente equivocadas. Por ejemplo, puedes mirar un cuadro por primera vez y que no te guste nada, pero, después de mirarlo un rato, te puede parecer muy agradable. La primera vez que pruebas el queso gorgonzola te puede parecer demasiado fuerte, pero, cuando eres mayor, es posible que no quieras comer otra cosa que queso gorgonzola.
Un mal principio (1999), Daniel Handler

Habíamos abierto la caja de pandora de las rutas gravel por la sierra oeste de Madrdid, una zona espectacular, inhóspita, de un belleza y una paz inigualables. Habíamos exprimido tanto las opciones de máximo disfrute de la zona, que se nos fue la mano con la sal, bueno en ciclismo la pusimos exceso de emoción con una trialera tanto de subida como de bajada muy intensas. A parte de dejarnos un alto en el camino, nunca mejor dicho como la antena de comunicaciones en lo alto del monte.
Desde que la recorrimos hace unas semanas queríamos volver para hacerla ciclabe al 100% y darle un certificado de calidad, ademas de mostrarle la ruta a Alejandro para descubrir juntos esta gran versión de este nuevo recorrido que dibujo Jorge.
Salimos de Colmenar del arroyo, un pueblo que despierta con el ruido de la cafetera del bar junto al que hemos aparcado. Voy con la Bici eléctrica, quería haber venido con la muscular, con la Megamo Jakar, pero la salida del día anterior me hizo entrar en razón, la ruta extendía un cheque físico que mis piernas no podían pagar.
Dejamos atrás Colmenar del arroyo, un pueblo con poseía plasmada en sus paredes. La pista se adentra entre fincas que lucen un verde intenso, sonidos de disparo cercanos nos hacen estar alerta, no tardamos en dar con el cazador que camina junto a la pista.
El camino esta plagado de grandes charcos, que vamos sorteando. Hay poco barro, la pista es de una calidad increíble para rodar con la gravel.
Nuestro siguiente destino es Navas del Rey, pueblo que tan solo cruzamos en busca de la carretera hacia la urbanización del Morro de donde parte la pista en bajada hacia el embalse de Picadas. Un entorno de agua y monte con un paisaje de paz espectacular que recorremos en esta época del año casi en solitario.
Dejamos atrás el embalse en busca de sus vistas más aéreas, la ascensión al mirador es dura, y en este memento, es cuando Jorge comienza a mirar el saldo de sus piernas, hoy va a dejar la cuenta a cero. El mirador no defrauda nunca, el paisaje sube enteros en la cotización de calidad de la ruta, la pista recientemente arreglada es una autopista para las bicis. Algunas barreras para cortar el paso a vehículos motorizados tenemos que ir sorteando, sabemos que son como la entrada al peaje, el pago es a plazos, en pedaladas, en gastar piñones grandes de la bici y comenzar nuestra terapia ciclista de subida, al fin de cuentas es lo que vamos buscando y nos gusta.
Recorrer el entorno de la cuerda de la parada es un viaje maravilloso a una comunidad de Madrid sorprendente, a ver desde las alturas muchas combinaciones de ruta que nos permitirían disfrutar mucho esta zona y descubrir nuevas variantes. A lo lejos las montañas que compartimos con Avila nos llaman como cantos de Sirena.
El tramo de pista que me tiene totalmente enamorado lo recorro en sentido contrario a la vez anterior, esta vez nos dejara en una pista se mi asfaltada, en buen estado que nos subirá a la antena de comunicaciones, todo un buen reto para Jorge que sin estar en su mejor momento logra su objetivo. Ya solo nos queda bajar y disfrutar de una vistas increíbles de las instalaciones que la Nasa y la agencia especial Europea tienen para escuchar e investigar el espacio profundo.
Resulta fascinante que si alguna forma de lo que conocemos como vida existiese en el universo, lo que tendríamos delante seria su puerto de comunicación con nuestro planeta.
Visitamos la Erminia de Navahonda donde reponemos agua y continuamos nuestro descenso en busca de búnker de la guerra civil Española, El camino entre fincas de ganado bravo no presagia nada bueno, las miradas de la vacas son inquietantes y algunos cuernos demasiado curiosos como para no parar y hacer una foto. Al final se cumple nuestro temor y el camino avisa que hay ganado bravo, tenemos hambre, es tarde y no somos muy taurinos.
Retrocedemos hasta la carretera y ya por asfalto regresemos hasta el coche.Misión cumplida y ruta creada en versión gravel 100% cíclable, esta vez si.
Una ruta que te recomiendo que vengas a descubrir, disfrutar y enamorarte.
Como se dice en el Teo del Jeet Kune Do La vida nunca es estancamiento. Es movimiento constante, movimiento sin ritmo, pues nosotros como cambiamos constantemente. Las cosas viven moviéndose y ganan fuerza mientras lo hacen.
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Track de la ruta
Wikilock ==> https://www.wikiloc.com/gravel-bike-trails/oeste-madrileno-100-ciclable-en-gravel-155506493


