Las personas creativas que no pueden dejar de explorar otros territorios mentales se encuentran en mayor riesgo; es como alguien que sube una montaña, tiene más riesgo que alguien que simplemente camina a lo largo de un carril en la aldea.

Ronald Laing

Por fin tenía mi bicicleta gravel lista con el grupo de 12 velocidades instalado; tan solo necesitaba una buena ruta para el estreno. Le propongo opciones a Jorge y se decanta por una nueva versión de La vuelta al Pardo. Cambio la bajada en lugar de por senderos por una pista algo más centrada en el mapa y me propongo incluir el vagón mágico, como lo he llamado.

Hemos quedado en el carril bici de Colmenar, por lo que un tercio de la ruta la haré en solitario. Pero eso me sirve para ver qué tal se comporta mi GRX 12 nuevo de Shimano. Y sí, creo que la elección fue correcta; la relación de piñones en subida va respondiendo a mis piernas como lo esperado, voy muy a gusto en esta bicicleta.

Cruzo la casa de campo y disfruto de mi zona preferida del anillo verde ciclista paralelo al río Manzanares. Esta vez no se me hace tan pesada la subida hasta el carril bici de Colmenar y eso que es la zona de más dura ascensión para mí de todo el anillo. Jorge ha bajado a buscarme y juntos dejamos el anillo para rodar por el carril bici de Colmenar. En esta extraordinaria vuelta al pardo me había propuesto rodar por unas pistas y sendas que me dejarían en Goloso, pero Jorge me bajó mis expectativas y decidimos hacer este tramo más clásico.

Pero una vez que dejamos el carril bici, Jorge se pone creativo y decide investigar una nueva bajada. El experimento nos sale medio bien, pero tenemos que pulir esa senda; que nos colamos en un giro lo terminamos pagando en forma de subida. La verdad no me importó mucho, ya que tenía que ver cómo se comportaba el piñón 52, y sí, cumplió tremendamente con mis expectativas.

Hacía años que no hacía la vuelta al Pardo y el tramo que va desde el mirador hasta el puente de la Marmota me sigue pareciendo de lo más tedioso. Eso sí, este año las vistas con un embalse del Pardo crecido merecían mucho la pena. Los pequeños tramos de sendero muy divertidos y la bajada al puente, pues andando, como casi siempre, que ya tenemos una edad para ir de descenso.

Hacemos una pausa en el puente para recobrar fuerzas y disfrutar de las vistas. La salida del puente de la marmota sí es nueva, ya que usamos una senda del nuevo arco verde, una variante muy bonita, con mucho flow para la bici y accesible que nos dejará en la pista de los toboganes. El tramo más pestoso y con menos glamour de toda la vuelta, pero hay que llegar hasta la vía parque y por carretera, ya que mis piernas no están para senderitos. Subimos hasta el cuartel de la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares, en donde esta vez sí vamos a dejar la carretera para investigar el tramo pistero que nos dejará en Las Matas.

He de decir que a mí me encantó este tramo; tiene sus gracias de sube y baja, pero también he de decir que algunas bajadas son realmente divertidas con un vadeo final del río. Comemos en las Matas y decidimos finalizar la exploración regresando de forma sencilla cada uno a su casa; el calor y las piernas dan solo para cerrar el círculo y de forma sencilla.

Rodamos juntos hasta el monte del Pilar, en donde nos separamos. Yo continúo por mi patio de recreo por Montegancedo, donde una culebra un tanto larga se me cruza, en la distancia, pero lo suficientemente cerca para que yo la pudiese ver.

Estoy disfrutando tremendamente del cambio nuevo y creo que me ayudó a terminar la ruta con algo de decoro. Esta nueva versión de la extraordinaria vuelta al pardo está lejos de ser lo que busco y quiero, pero hemos creado una buena base de trabajo para terminar logrando un gran recorrido.

Como dijo Madonna: No importa quién seas, qué hayas hecho, de dónde provengas, siempre puedes hacer un cambio siendo una mejor versión de ti mismo. Solo hay que proponérselo e ir a buscarlo.

Track de la ruta