En 1979 The Buggles estreno la canción video Killed the Radio Star, el video mato a la estrella de radio. Sin lugar a dudas vaticinaron el nacimiento de Instagram y de alguna forma apostaron por lo que hoy en día es el consumo de masas, el video.

Pictures came and broke your heart, put down the blame on VCR, las fotos vinieron y rompieron tu corazón, echaron la culpa al VCR (para las nuevas generaciones VCR es el aparato reproductor de cintas de video). Pero te estarás preguntando qué tienen que ver el video, la radio y el festibike.

Te lo explico como yo lo veo y el porqué pienso que el modelo de festibike ha muerto. Simplemente, ya no es atractivo. Le falta alma, le falta gancho, le falta una motivación que haga ir a la gente, que sea una cita esperada en el calendario y no una decepción más cada vez que sales del recinto y piensas es la última vez que vengo.

Cada vez menos bicis, cada vez menos cosas interesantes que no te hayan contado y visto hasta la saciedad en las redes sociales. Que está fallando para mí en esta feria, la falta de una continuidad del mundo virtual al real. Una feria tendría que ser como un portal virtual que haga jugar con los dos mundos. Una zona de entrada tipo photocall muy potente y atractivo que te haga ir para compartir en tus redes el vivir esa experiencia, crearte esa necesidad de sumar likes y comentarios entre tus seguidores. Solo tienes que ver en Navidad las colas para ver las luces del jardín botánico.

La disrupción en el formato feria tiene que ser para compartir en digital, pero disfrutar de forma presencial. Imagino un festibike emulando el local de Madrid Ikono donde se paga por vivir una experiencia sensorial. Una feria siempre ha sido un escaparte de novedades cuando la información era más limitada y la única forma de hacerte un mapa de la realidad de un sector era acudiendo a este tipo de eventos, hoy en día este formato está agotado y aburre.

Festibike me ha aburrido en 2023 sobremanera, y esta vez sí, ya no vuelvo hasta que oferten algo que algo me llame la atención como apasionado del ciclismo. Antes de escribir estas líneas quería contrastarlo con amigos y un par de profesionales del sector. La opinión generalizada y resumida en una única palabra, una mierda.

Me da pena porque he acudido a todas las ediciones desde Tres cantos, he disfrutado y aprendido en ella, participado en sus marchas y compartido grandes momentos con los compañeros de grupeta.

Te dejo un video en el que te muestro lo que más me llamo la atención.

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