Una huida hacía el Alto Tajo: Día 1

Tenemos que aprender a no asombrarnos de habernos encontrado, de que la vida pueda estar de pronto en el silencio o la mirada.

Julia Prilutzky

Cada día las jornadas de trabajo se me hacen mas agotadoras e interminables, el año pasado puede escapar de la depresión profunda gracias a que las vacaciones las pedí en el momento justo, este año esta siendo demasiado duro, ahora si estoy seguro que una ardilla podría cruzar España de los pirineos al Atlántico sin tocar el suelo saltando de tonto en tonto. El Barón de Holbach dijo una vez La ignorancia y el error son manantiales de mal humor, y por desgracia llevo una semana manando mal humor por cada poro de mi piel.

Para darme una cura he decidido cargar todo mi equipo de acampada, de senderismo, de MTB y según den las dos salir pitando del trabajo en dirección contraria a mi casa, a mi mundo, he decido huir hacia el alto tajo y refugiarme en Orea, sin conocidos, sin cobertura y sin nadie que me pueda perturbar. Como trabajo en Azuqueca de Henares, en muy pocos minutos estoy rodeado de campo y una vez que me salgo de la autovía comienzo a sentirme más libre, me pongo la banda sonora de Hacía rutas salvajes, me relaja muchísimo y me ayuda a evadirme aún mas del mundo que me roda evocando escenas de la película y soñando con rutas de largas jornadas pedaleando que nunca podré realizar pero su música las mantiene vivas en mi alma, latentes, siempre frescas esperando ser consumidas con la misma ilusión como las recreo en mi mente.

Tras una hora conduciendo subo un puerto de estos castellanos, con unas grandes vistas de la meseta, una gran mancha marrón que la tiño de verde primavera porque me apetece, últimamente voy a destiempo a todas las rutas y siempre es por culpa de lo mismo. Se esta preparando una buena tormenta y el viento corretea por los campos avisando con olor a vida, que me evoca a mi infancia alcarreña, ir buscando refugio para lo que se avecina. Tras una buena sucesión de pueblos y un paisaje espectacular llego al camping de Orea al tiempo que en un minuto se oscurece de tal forma que comienzan a caer granizos como garbanzos del cielo tiñendo en cinco minutos todo el camping de blanco invernal. Durante una hora y media espere que cesase para poder montar la tienda y justo cuando pienso ponerme a cenar se nos presenta otra como la que le pillo a Noe hace años. Al final me toca cenar en el coche, leer un poco con el frontal y en un claro meterme en el saco para disfrutar de un sueño de los que me gustan, arropadito en el saco y sentir la lluvia golpeando la lona de la tienda mientras Morfeo me besa.

La mañana amanece con los cielos plagados de restos de la fiesta nocturna. Un cielo encapotado pero ganas de abrir y dejar lucir el sol para que yo disfrute de mi ruta mañanera en bici. He decidido subir el montecito que esta al lado del camping, visitar la ermita, bajar al pueblo y visitar la laguna de la salobreja. La ruta se presenta interesante ya que el camping esta enclavado en un lugar maravilloso, la hoz seca lo bordea y las cumbres más altas así como los sitios de interés están a tiro de piedra.

Sigo las indicaciones de me han dado en el camping para llegar por pista hasta la ermita de san Cristóbal, pero a mitad de la subida me encuentro con un rebaño inmenso de ovejas que baja por ella, como tengo muy mala experiencia con estos bichos, bueno más bien con los perros que las pastorean decido darme la vuelta y buscar por con el GPS un ruta alternativa que encuentro y pienso me deja en el mismo lugar que la pista que me habían indicado pero al llegar al punto en el que según el mapa partía una senda me encuentro que esta no existe y en su lugar varias rodadas de vehículos que se han abierto camino por entre un matorral muy denso. Como puedo rodar con facilidad  me resulta hasta divertido continuo por las rodadas hasta una explanada en donde me encuentro puestos de tiro y el fin de mi camino. Veo que estoy muy cerca del punto en donde me tenia que dejar la pista ovejera y como una senda casi perdida toma ese rumbo por lo que no me lo pienso y empujo la bicicleta senda arriba, decisión que resulto ser maravillosa ya que primero espante a dos corzos preciosos y cuando estaba apunto de llegar a la pista sentí como vibraba el suelo ante la carrera de una pequeña manada de otros corzos que huían asustados.

La ermita esta en la zona más alta del monte y se disfrutan de unas vistas espectaculares, la temperatura es magnífica y disfruto de un día de MTB maravilloso. Como algo en la ermita y al ir a retomar la ruta me doy cuenta que tengo la rueda trasera pinchada, toca reparar y tomárselo como un castigo del señor por reírme de la cantidad de velas que había amontonadas en la entrada fruto de una buena vigilia supongo. Tras reparar bajo como un loco por la pista atajando por las pequeñas veredas moteras que la empalman entre pinos hasta que noto como la rueda delantera hace raros, no me lo puedo creer, he vuelto a pinchar, lo que significa que me quedo sin cámaras para continuar la ruta. Reparo el pinchazo en un momento, disfruto del curioso río de piedras que desciende por la ladera y en un suspiro me planto en la entrada del pueblo de Orea en el que cuatro viejos se están poniendo hasta las cejas de Higos con vino, a mi paso puedo escuchar como le dice una vieja a la otra “…te se va poner el azúcar a 100, jijijij” a lo que la responde la otra también risueña “… pues átate el refajo que tu marido esta dejando la bota coja, jajá” esta juventud de la tercera edad no hay quien haga carrera de ellos, pronto empiezan con el “botajon”.

El cielo comienza a dar señales que a la tarde el dios del trueno se va a dar un paseo por el pueblo, decido darme prisa, bueno hago lo que puedo subiendo hacia el camping ya que la laguna esta en lo más alto de la cuesta antes de bajar hasta la tienda cogiendo un pequeño desvío en el que anuncian la ciudad encantada de Orea, pero como yo de estas cosas ya estoy muy escarmentado ni la busco. El recorrido hasta la laguna es tendiendo a subir por pistas con buen paisaje y entretenidas,la Lagunadela Salobrejase encuentra tras una buena bajada trialera pero me han avisado que no merece la pena bajar en bici porque toca subir empujando, como tengo el candado la dejo atada a un árbol y me bajo a ver la famosa laguna que la verdad me dejo un tanto desencantado, pero bueno si he de decir que el lugar en el que se encuentra es una delicia y creo que en primavera puede ser uno de esos sitios mágicos que te dejan sin habla por la explosión de color, aromas y sonidos que lugar de ofrecer.

Se me hace muy tarde y el cielo cada vez anuncia que pronto va dejar caer otro diluvio sobre nuestras cabezas, por lo que regreso al camping sin ver la hoz seca, dejándolo para otra ocasión.

Apenas me dio tiempo a ducharme, comer y tomar un café cuando se desata de nuevo una tormenta que duro toda la tarde. Buscaba un retiro de paz pero con tiempo seco, leches. Estoy fuera de forma y me cuesta un mundo mover la bici en cuanto se presenta una rampa, quiero huir del mundo que me rodea pero me doy cuenta que no tengo fuerzas, por lo que decido no quedarme un día más como tenía pensado y regresar a casa, a mi hogar. Fuera llueve con fuerza, el olor a humedad me llena de nostalgia y leo esta preciosa reflexión del escritor japonés Haruki Murakami A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. Como una danza macabra con la Muerte antes del amanecer. Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta, en definitiva, eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior. Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena e ir cruzándola paso a paso. Y en su interior no hay sol, ni luna, ni dirección, a veces ni siquiera existe el tiempo. Allí sólo hay una arena blanca y fina, como polvo de huesos, danzando en lo alto del cielo. Imagínate una tormenta como ésta. Tiene razón Haruki al final siempre llega un lunes y te toca enfrentarte a la tormenta, paso a paso, llamada a llamada.

Track de la ruta 

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
Esta entrada fue publicada en Viajes. Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a Una huida hacía el Alto Tajo: Día 1

  1. bisagraman dijo:

    Me ha encantado este relato.
    Después de una odiosa jornada de sábado en tres centros comerciales, me pregunto que ha sido de mi vida y donde han quedado mi necesidad de tocar la hierba desde que me vine a «vivir» a Madrid…
    En cuanto mi hijo tenga otro año me lo voy a llevar a ese camping que comentas. Intentaré que ni se pierda todas esas sensaciones que muchas madrugadas añoro en el atasco que viene en el lote de nuestra mentira-condena-contrato.

    Lo siente uno que ya ve como el lunes le enseña los dientes…

    Por cierto, gracias por el aire fresco que nos traen tus fotos. Y animo.

    Me gusta

  2. Nisti dijo:

    Buena escapada. Lastima que la meteorologia no te diera un respiro, que se le va a hacer. Por cierto, a mi siempre me ocurre lo mismo. Consigo escaparme al monte, y me pilla desentrenado, casi desfondado. Y eso si que me da un poco de rabia. Espero que algun dia nos cuentes tus desventuras con los rebaños y sus perros pastores. Un saludo.

    Me gusta

  3. Torruco dijo:

    Buena excursion

    Cuand ibas subiendo no veias la mancha, empezabas a ver ya la sierra.
    La foto del cerro hubiera quedado mas atractiva la de la ermita de San Cristobal ( el patron de Orea), no la del repetidor de tv, justo al lado.
    Buena la foto de la laguna de la Salobreja

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.