Solo esta libertad nos conceden los dioses: someternos a su dominio por voluntad nuestra. Más vale que así lo hagamos porque solo en la ilusión de la libertad, la libertad existe.

Fernando Pessoa

No hemos dormido mucho, nos falta experiencia en esto de dormir en refugios de montaña en donde los sueños se hacinan y los ronquidos ahuyentan al temeroso Morfeo dejándonos huérfanos de nuestro descanso nocturno.

Lo mejor de los refugios es el ambiente que se respira y lo bien que nos alimentan, la cena estuvo bien y el desayuno contundente, no falto de nada.

Es nuestro segundo día y comenzamos a pillar la rutina de esto de andar con la mochila a cuestas todo el día. Nos despedimos del refugio de Colomers que esta situado a 2.138 metros, con sus banderas de oraciones que el viento esparce en forma de alta vibraciones (geometría sagrada) alrededor de una comunidad colmándola de bendiciones. El viento las activa, y las lleva a todos. Y cuando se desgastan, rompen o se decoloran, te recuerda esto, que la vida es perecedera y que todo acaba, para volver a renacer, trasmutar, y evolucionar nuevamente.

La senda que sale del refugio nos invita a subir una buena cuesta hacia el puerto de Caldes 2.568 metros. Cuando coronamos la montaña nos muestra un paisaje sobre cogedor, jamás he visto tanta montaña junta y tan bella.

Lo que hace mágico a este lugar es la gran cantidad de agua que hay y sus lagos, enclavados en parajes espectaculares te dejan absorto y sin palabras. Me siento inmensamente feliz de estar en esta ruta con una compañía excepcional. JJ se había levantado con un momento debilidad y por un momento le pasa por la cabeza retornar a casa, ya que tiene un dolor en el pie. Pero reflexiona y decide sufrir una jornada más, resulta tan difícil renunciar al paraíso y lo peor que luego te cuenten las maravillas que han visto y tú no has vivido que prefiere arriesgarse a sufrir en silencio el relato de una aventura increible  como los carros de Foc.

Tenemos que bajar hasta el refugio de Restanca que esta a 2.010 metros de altura para sellar y volver a subir hasta el desvío para retomar la ruta que esta a 2.475 m. Dejamos a JJ al cuidado de las mochilas, nos cargamos con las botellas de agua, la cámara de fotos y desciendo junto con Noe hasta el refugio, En uno de los pasos de roca, Noe resbala y al apoyar se hace daño en un dedo, la montaña se esta cebando con ella y la llenando de cardenales poco a poco. Pero el paisaje que nos rodea es tan sobrecogedor que todo dolor es fugaz y te quedas embobado disfrutando de los lagos y lo cambiante del paisaje ya que en cuestión de metros la piedra deja paso al verde, las rocas a los pinos y el azul del cielo rivaliza con el verde intenso de los lagos Deth Port y Restanca. El refugio esta enclavado en un sitio maravilloso y para llegar a el se desciende junto a un torrente de agua que nace del embalse superior maravilloso.

Una vez con nuestro sello en el pasaporte de la carros de foc ascendemos al encuentro de JJ, se nota que no tenemos peso en la espalda y en tan solo 1: 23 minutos coronamos, tardamos menos en subir que en bajar, curioso.

Comemos tranquilamente junto con JJ y retomamos el camino poniendo rumbo hacia el lago Estany de Monges y Estany de Margades,sublimes los dos.

Como vamos bien de tiempo, yo tengo la ilusión de bañarme en pelotillas en uno de los lagos y como el día acompaña no lo dudamos, mientras Noe descansa a la sombra de una roca evitando ver nuestras vergüenzas.

El refugio de Ventosa I Calvell donde pasaremos la noche esta enclavado en otro lugar maravilloso junto al Estany Negre.

Disfrutamos de una cena suculenta junto con una pareja de Segovia y un grupo de jóvenes catalanes que hacen la Carros en dos días corriendo, un atardecer fresquito montañero que tiñe de ocre los picos y recordando una canción de Alejandro Sanz Cuéntame cómo va cayendo el sol, mientras hablas pensaré: ¡qué guapa esta! Qué suerte ser la mitad del cuento de un atardecer que observo al escucharte porque mis ojos son tu voz.

Nos acostamos con temor, la jornada de mañana nos la han pintado durísima y tememos no estar a la altura, pero yo tengo Fe en mis compañeros y se que lo conseguiremos.

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