Una paseo por 7 Picos.

“Te dicen que un árbol es sólo una combinación de elementos químicos. Prefiero creer que Dios lo creó, y que es habitado por una ninfa.”

Auguste Renoir


El día se había desperezado plomizo, perezoso en lluvia. El madrugar todos los días te conduce a un trastorno del sueño que hace que incluso los fines de semana a las 7:00 de la mañana ya este con el ojo abierto, la verdad es que es más bien la cabeza lo que tengo trastocado no el sueño. Cuando estoy dejando la A6 a la altura de Villalba y tomo la carretera hacia el puerto, siento esa angustia vital de cuando te vas a encontrar por primera vez con tu amor, descubrir a que saben sus besos, acariciar su piel lejos del roce de amigo. Para mi la montaña es algo especial y me gusta vivirla con pasión, fundirme por unas horas con ella llenarme de su esencia para poder administrarla durante toda la semana. Madrid es triste en este sentido, venir a la montaña ya esta lejos, muy lejos de un breve retiro espiritual por unas horas disfrutando de la esencia de la naturaleza, para empezar cuando vas a dejar el coche en el aparcamiento público y gratuito, unos gorrillas te dan un papelito “ APARCAMIENTO La voluntad de Usted GRACIAS” que suena a impuesto revolucionario y bien podría decir “ Aparcamiento, los accidentes existen usted vera” y todo esto con una cara agria de mala leche que ya comienzan a joderte el día.  Vamos que te toca soltar unas monedas porque alguien te diga donde aparcar y estos son los que luego te dicen que ellos tienen derecho a ganarse su jornal LIBREMENTE, ya y tu no a aparcar donde quieras.

El mal tiempo pronosticado por los agoreros de los servicios meteorológicos han servido para que la gente se quede en casa dejando el puerto a un cuarto de su capacidad. El cabreo de los gorrillas se pasa una vez te vas adentrando en el pinar y comienzas a sentir la libertad de las cumbres, del viento, del frescor mañanero.

Unas grandes placas de hielo cubren la entrada del camino Smith, por lo que me pongo los crampones y JJ los antideslizantes, pero dura poca la alegría y la mala sangre me vuelve a recorrer las venas al ver como un cartel y dos postes te indican prohibido cruzar las pistas, vamos que se han gastado un dineral en acondicionar el Camino Schmid y durante la temporada de Ski no se puede acceder a el por que una pista lo cruza, me quedo sin palabras. Pero bueno como los esquiadores tampoco tienen la culpa, esperamos a que pasen, vemos a tres bajando con tablas de Snowboard, y se paran a unos 200 metros mirándonos, decidimos cruzar ya que no venia nadie y cuandoestamos por la mitad, los muy gilipollas salen hacia nosotros para hacer la gracia con sus giros a nuestro lado, como diciendo esto es mi terreno. Me dieron unas ganas de estrenar el pilotee.  Un smiley dibujado en un árbol aprovechando el círculo amarillo que marca la ruta, me hace recobrar de nuevo la sonrisa y disfrutar de la senda, cruzándonos con apenas cuatro personas.

Hemos salido a andar sin rumbo fijo, tenemos el GPS pero ninguna ruta cargada ni pensada, salir solo a dar una vuelta y luego disfrutar de un buen chuletón para inaugurar la nueva casa de JJ. En el cruce con la senda de los cospes dejamos la senda para dirigirnos hacia el collado ventoso y este hace honor a su nombre ya que un viento Helado nos azota con furia, en esta zona se aprecia gran acumulación de nieve pero se puede andar sin problemas al encontrarse bastante congelada. Disfrutamos de un buen tramo de la senda de los alevines hasta que tomo un desvío y por no perder altura renuncio a bajar hasta la senda Herreros  siguiendo unos hitos que nos conducen hacia la zona de la cima de siete picos. Los árboles que nos encontramos en esta zona son espectaculares, el viento los ha modelado a su capricho dejando un jardín espectacular que disfrutamos maravillados. La nieve le da un toque especial al paisaje y quiero aprovechar para ver que tal salen las fotos con mi cámara nueva. Pasamos la fuente siente de paquito Ochoa, vamos sufriendo con la inclinación y la gran cantidad de nieve acumulada este invierno en un punto me metí hasta la cintura y no logre ver una roca o tierra al fina de mi huella, solo más nieve.

El viento nos vuelve a castigar con fuerza, nos cruzamos con dos perdidos como nosotros que van en sentido contrario pero en la cumbre de la senda de 7 picos  el paisaje nos deja alucinados, se calma el aire al poco de progresar por la cumbre y una temperatura agradable se hace notar, a modo de premio por haber superado un domingo de pereza y haber rendido pleitesía a nuestra Diosa particular la montaña.

Bajando JJ me tiene que estar esperando, físicamente no voy bien y además tengo agujetas por todo el cuerpo de la escalda del día anterior.

JJ intenta animarme para acelerar el paso recordándome que un chuletón nos espera para hacerlo a la parrilla.  Al final llegamos al coche dentro del horario previsto, con muy poco retraso, muy felices por la ruta que nos ha salido y deseando que la nieve, el mal tiempo y la lluvia nos de un respiro para poder disfrutar de todo un día de libertad en la montaña.

Track de la ruta

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Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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Una respuesta a Una paseo por 7 Picos.

  1. ignacio dijo:

    ¿Ya hay plantados gorrillas en el puerto?…..habrá que tomárselo por «vigílame bien el coche ¡eh!»

    Un abrazo dese la cota 800 Javi.

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