«Traten de verse a sí mismos, porque no se conocen. Deben darse cuenta de este riesgo; el hombre que trata de verse a sí mismo puede ser muy infeliz, porque verá muchas cosas malas, mucho que querrá cambiar, y ese cambio es muy difícil. Es fácil empezar, pero una vez que hayan abandonado su silla, será muy difícil conseguir otra, y esto puede causar una desdicha muy grande.»

George Gurdjieff

Pronosticaban un día gris con algo de lluvia, pero el amanecer ha decido vestir el día con los colores alegres de la primavera y con los primeros rayos de sol que se abren paso entre jirones de tímidos bocetos de nubes, una sonrisa se me dibuja en la cara, hoy toca de corto con camiseta de manga larga.

He quedado con Mon en Cercedilla, ayer cambie mis planes por hacer una trialera sesión con el, tenia ganas de verle tras su boda y su viaje de novios por  la india.

Al llegar al aparcamiento me encuentro con Nanotron, uno de los grandes personajes del foromtb con el que he compartido grandes momentos cuando empezaba en esto de las burrillas metálicas. A las 9:30 me reúno con mon a la hora y lugar acordado y en unos minutos comenzamos a pedalear, vamos un poco sin rumbo, tenemos una ligera idea de lo que queremos hacer. Hace tanto que no monto una ruta por Cercedilla que me pierdo con una facilidad pasmosa y me cuesta encontrar el camino hacia la vereda alta, vamos me cuesta tanto que no consigo dar con ella, se que resulta patético pero es que esta puñetera vereda es como la casa campo en Madrid me pierdo siempre. Pero bueno consigo guiar a mon por unas vereditas muy chulas hasta que me mira y me dice «… jejejeje el camino genial, ……… pero de bajada» y tiene razón pero bueno en unos metros estamos ya rodando por la vereda alta, hasta que la vuelvo a liar parda y en uno de los giros me confundo y tras subir, subir, subir, patear unas buenas rampas, me doy cuenta que estamos ascendiendo por la vereda del sevillano y no por la vereda alta.  Mon me propone dar la vuelta y retomar el camino correcto por lo que disfrutamos de una gran bajada, resulta espectacular ver los pinos caídos en el camino, dándonos cuenta de la virulencia que ha tenido este invierno.

La vereda alta es uno de esos caminos que los disfrutas a pesar del sufrimiento, afrontar algunos de los pasos con fuerza y decisión es

disfrutar de  toda una explosión de júbilo cuando consigues superar los obstáculos  y ves que el tiempo que dedicas a esto de dar pedales poco a poco va teniendo resultados y lo que hace una año lo has subido empujando la bici ahora lo sorteas con soltura, jadeando pero con soltura. Me gusta cuando los senderistas te miran con asombro y se preguntan como puedes ir montado por tramos que incluso a ellos les cuesta superar, creo que somos seres especiales, somos capaces de sacrificar horas de sueño, de descanso, de familia para sufrir y alcanzar las mejores vistas de la zona o saborear  unos minutos de adrenalina disfrutando de una bajada intensa.

En la fuente que hay en la vereda nos tomamos una barrita y continuamos alternando algunos metros montado con bastantes empujando la bici, como ves Toni no somos bikers de verdad. Coronamos la vereda alta y continuamos de cháchara hasta el desvío de la bajada de la ducha de los alemanes, bajamos sillín y me lanzo trialera abajo, piedras, raíces y escalón del bueno que paso con soltura y culito respingón marcando rueda, hoy si bajo con ganas, hoy si tengo un día decente bajador.

Los primeros tramos son un tanto complicados, nos cruzamos con unos senderistas a los que dejamos pasar y una vez tenemos el pasofranco nos lanzamos a un disfrute tremendo por un sendero trialero con giros muy cerrados, escalones y un arrollo saltarín que le pone la guinda a una sonrisa de oreja a oreja de mon cuando alcanza la pista de la fuenfria, le ha molado y más cuando mira desde abajo la zona que acabamos de bajar.

Decidimos ver si somos capaces de encontrar la vereda del sevillano desde su punto de máxima altura, me suena que esta vereda sale desde el mirador de los poetas, así que volvemos a subir y una vez en el mirador situado mas  abajo del que esta pegado a la pista descansamos un ratillo, las vistas son maravillosas, hay que ver algunas senderistas que pactos hacen con el diablo para que la gravedad se las  siga respetando para que los buenos amantes de estas cimas nos alegremeos la vista. Bajamos las tijas y bajadón increíble de nuevo con unos pasos disfrutotes a tope, no es muy técnica ni muy inclinada pero algunos de sus pasos son una obra de arte que disfrutas gritando de la emoción, se baja rápido en algunas zonas y en otras tienes que ir con calma buscando la trazada correcta en un mar de piedras.

La vereda del sevillano te deja de nuevo en la vereda alta,giramos a la izquierda y tomamos rumbo hacia camorritos en donde disfrutamos  de unas veredas impresionantes que nos dejan un gran sabor de boca. Una vez que alcanzamos la vía del tren la seguimos hasta encontrar la trialera paralela a la carretera, esta bajada es un sendero muy estrecho entre árboles con unos giros alucinantes en los que alcanzas gran velocidad y te puedes comer un árbol si no regulas, esta senda trialera te deja en cercedilla con un subidón de alegria en el cuerpo y un buen sabor de boca por la ruta.

Llegamos a esos de las 14:10 a los coches de nuevo, han sido pocos kilómetros pero nos lo hemos pasado bien, kilómetros de calidad con una compañía de lujo.

Track de la ruta